domingo, 22 de julio de 2007

Dos cortitos para esta nueva manera de mirarte este sábado a la noche

UNO
Me ha picado una pulga en el tobillo ni bien he terminado de depilarme ¡Qué habré de hacer sin ti, caparazón de mis vellos! ¡Cuán cruelmente se me manifiesta lo equivocado de mi accionar! Le abrí las puertas de mi casa a ese perro callejero y así como las pulgas se enervan por mi sangre, así también los hombres querrán testear esta inédita suavidad.
Querídisimo más a cada momento: callemos ciertas cosas tu boca hacia mi oído y yo hacia el tuyo que es todo el anhelo de mi lengua. Estemos tranquilos. Nuestro silencio no tendrá por causa ni la hipocrecía ni el miedo, será solamente un amable acto a favor de la discreción.
DOS
Este cuaderno se sigue llenando más con boletos de colectivo que con palabras. El peine en el piso, las flores naranjas en la bolsa del pan lactal, el placer por este menú verde que preparaste para alegría total de mis músculos, el poster de Carlitos encima del vidrio rasgado, la forma exacta de tus pies, de los míos, los bombones que vamos a comernos y la sombra del potus en la pared se me escapan como todas estas palabras que no escribo.
El Norte viaja desde y hasta Ringuelet y los boletos son el único documento del paso de los días. Todos estos días felices, en la casa tus cosas junto a las mías.



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